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"Recordaremos por siempre"




He tomado una decisión drástica: no seguiré haciendo este blog tan impersonal. Si de algo me quejo a diario es de que hay tanto que quisiera escribir y no encuentro el espacio. Así, que ahí va un pequeño desahogo, una de esas discusiones mentales "Conmigo" que me pasan por la cabeza todo el día y tienen como consecuencia que se me caigan las cosas a cada rato, que siempre esté a punto de pasarme la parada o, simplemente, de que me pase ratos largos con la mirada perdida sobre tierra de nadie...

He aprendido, con el tiempo, con el pasado, con lo impredecible, que los momentos especiales no son como los pintan, hollywood nos ha llenado la cabeza de momentos con música de fondo y fuegos artificiales ficticios, para marcar los momentos que se supone "recordaremos por siempre". Con esto no quiero ser cínica, ni mucho menos, es sólo que cuando comprendes lo corta que es la vida, y lo fortuito de los encuentros que la componen, comprendes también que tan importante es cada segundo, cada instante, cada momento.

De un tiempo para acá he aprendido a disfrutar esas pausas en las responsabilidades, que constituyen los verdaderos momentos especiales en la vida, a continuación les enumero alguno de mis favoritos...

- Cuando despierto en la mañana, y veo a través de mi ventana a Caracas amanecer, sobre las torres de Parque Central y del Banco Provincial.

-El metro: que lugar tan particular, en los 4 o 5 minutos diarios que paso dentro de los vagones, aprendo más que en días...toda la gente, la diversidad, las posibilidades, las historias que pudieron ser y que nunca sabremos si fueron ciertas, reunidas en un armazón de metal que viaja, cual gusano, por debajo de la ciudad que tanto amo a velocidades inverosímiles: de Bellas Artes a la California en 20 minutos...

- La UCV cuando está en silencio, pacífica, a eso d las 6 y algo de la mañana, pareciera salida de un cuento de hadas, a veces pienso que de un momento a otro las estatuas me darán los buenos días y los edificios suspirarán agotados de la intensa vida universitaria que llevan...

- Si algo me hace feliz es tomarme un par de instantes, robados del apuro citadino, para ver Plaza Venezuela con detenimiento, a cualquier hora es increíble, cuando me paro en la Plaza misma, donde en otros tiempos estaba la fuente que me enamoraba con sus colores, siento que el mundo se pone en hold y que Caracas, como alguien a quien quieres profundamente, a pesar de sus errores y defectos, es la ciudad mas bella del mundo...

- La gente ucevista es algo maravilloso, es como si Venezuela se quedara del arco para fuera, todo el mundo esta dispuesto a conocerte, a compartir contigo la mesa del comedor, los espacios de Tierra de Nadie, el conocimiento, la comida del pasillo de derecho y las posibilidades infinitas de los libros del pasillo de ingeniería y de la Biblioteca Central...

- De los ucevistas destacan mis compañeros de comunicación, creo que excepto en mi casa, jamás me había sentido tan perteneciente a algo como lo hago en ese edificio de tres pisos, que cobra vida con los profesores y estudiantes a los que sonrío en los pasillos y que me saludan con cara de sueño todos los días: Hola Jessi, ¿qué más?

- No quiero tener favoritismos, disfruto enormemente la compañía de todos los comunicadores y aprendo de cada uno de ellos tanto o más que en las aulas, pero hay dos personas que me alegran el día y se las apañan para hacerme reír a carcajadas aunque sólo tenga ganas de llorar y que, a pesar de conocerme hace relativamente poco tiempo, me dan su cariño, su confianza, y me han abierto las puertas de su casa y de su vida, estas personas particulares saben quiénes son...sí verdad??, a uds. gracias por todo, sé que el resto de mi vida recordaré los momentos juntas las tres, mejor dicho, los recordaremos juntas cuando nos reunamos, como haremos todas las semanas, para tomarnos algo mientras nuestros esposos cuidan a los chamos...

- A los días se los lleva el viento, pero los recuerdos quedán en la piel, en los espacios incautos de nuestro corazón que anhidan con orgullo esas imágenes, sonidos, sensaciones, olores y espacios que se cuelan por debajo de nuestra cotidianidad y rutina. Hace un par de semanas supe con certeza que estaba ante uno de esos recuerdos, mi mamá sentada ante la computadora, fumaba un cigarrillo, mientras hacía algo que bien podría ser un juego por internet como un arqueo de fuentes sobre Luis Britto García, yo me voltié desde el sofá para decirle algo, pero la frase nunca salió de mis labios, pues cuando ella me miró a los ojos interrogante y me sonrío supe con certeza que, más allá del pase de los años y del ciclo natural de la vida, mi mamá sería para mí, por siempre, la mujer de ojos verdes, expresivos como los de una niña, sonrisa de dientes blancos, cara pecosa y con holluelos, cabello desordenado con ebras doradas que le caía sobre la cara inconscientemente, que me miraba como si yo fuera algo increible y que esperaba que yo dijera algo trascendente. Solo pude articular un par de palabras: no nada mami, sólo quería saber si vas a ver ese programa....

-Tengo dos maravillosos mejores amigos, a veces me pregunto que tenemos en común, pues estudiamos respectivamente: yo, comunicación, él1 medicina, él2 contaduría. Hay quién diría que si no hubiesemos quedado juntos en el mismo salón hace años, jamás nos habríamos hablado siquiera. Pero lo importante de ellos es lo increibles que son.
Él1 es un apoyo invalorable, siempre dispuesto a escuchar, a darme un abrazo o sonreirme con timidez, es un hermano con el que comparto una amistad sincera, llena de confianza, de risas y de secretos que compartimos. Es generoso hasta el punto de recordarme a Don Regalón, y siempre tiene una frase valorativa y agradable en la punta de la lengua, es un niño grande que me sorprende siempre con su ingenuidad e inocencia, a veces me pregunto: ¿qué pensará de mí?. Sé que lo quiero mundo y que siempre será así, será padrino de mis hijos y mi médico de cabecera.
Él2 es mi gran confidente, hablar con él es como si conversara conmigo misma, es super sencillo decirle todo lo que siento y pienso pues jamás me juzga y siempre está dispuesto a escuchar (o leer), con detenimiento los avatares de mi vida y a aconsejarme muy oportunamente. Es de esas personas que te hacen preguntarte que habrás hecho tan bien como para que Dios te diera la oportunidad de formar parte de su vida. Necesitaría como tres entradas más para describir todas sus características, pero lo más importante es que es de las personas más inteligentes que conozco, sensible, dulce, algo retraído y tímido, puede ser realmente cómico y agradable. Siento que tenemos una vida siendo mejores amigos, pues le he contado casi todo lo que he me ha pasado desde que vine al mundo, y el me ha abierto las puertas a su compleja pero increíble persona, aunque aún siento que queda mucho de él por descubrir....
Si alguna vez leen ésto, sepan que los quiero muchísimo y que faltan palabras para agradecerles la oportunidad única de haberlos conocido y haber sido parte de sus vidas hasta ahora.

-Por último, tengo que decir que amo profundamente mi casa, no por los muebles ni las paredes, ni el techo ni el patio, la amo porque regreso a ella todos los días, luego de la universidad, el trabajo y quién sabe qué más, y siempre, detrás de la multilock, encuentro mi hogar, decorado con recuerdos de viajes, adornos heredados, fotos familiares de otros tiempos, una enorme cantidad de libros y la prescencia de dos personas que quiero con toda el alma: mi mama y mi hermano, mis compañeros de vida, de viaje, de películas, de sofá, de almuerzo, de crísis y de felicidad, juntos somos un trío sin igual, que se encuentra hacia las 9 pm en los sofás azules y mullidos de reciente adquicisión para dedicar tiempo a estar juntos mientras algún programa forense tiene lugar...

Tengo que decir que éstas son algunas de mis cosas favoritas, la lista sería interminable, lo que quiero con ésto es invitarlos a disfrutar los pequeños momentos, esos que son cotidianos o duran tan solo instantes, pero que nos acompañan en el metro, en el exterior y en el dolor, y nos recuerdan que la vida no sólo vale la pena, sino que es, por decir lo menos, asomobrosa.

P.D: ésto no ésta organizado por más órden que el de mi creatividad...